Video: La regulación de los servicios públicos (José Gallardo) - PUCP (Noviembre 2024)
Para escuchar a Google o Uber decirlo, los autos autónomos están casi listos para el horario estelar. Después de todo, ya puedes convocar a un Uber autónomo en Pittsburgh y Arizona, mientras que una prueba del esfuerzo de auto sin conductor de Google, una subsidiaria de Alphabet ahora conocida como Waymo, saldrá a la carretera en monovolúmenes híbridos este año.
Tengo el privilegio de trabajar con un estado en leyes de manejo autónomo. Pero también habrá regulaciones federales para vehículos autónomos dado nuestro sistema de autopistas interestatales. La Secretaria de Transporte de EE. UU. Elaine Chao ahora debe retomar donde la administración anterior lo dejó para implementar estas reglas y regulaciones lo antes posible.
Pero cuando sugiero a los funcionarios estatales que tendrán que tener leyes de autos autónomos para 2020, se burlan de la sugerencia. De hecho, ni siquiera están seguros de que las normas federales puedan estar vigentes para entonces para cumplir con el cronograma agresivo de los fabricantes de automóviles que buscan implementar vehículos autónomos.
Los funcionarios de la ciudad son igualmente escépticos. Tendrán que agregar cámaras y sensores a cosas como semáforos y letreros de calles para que los autos autónomos puedan recorrer sus calles de manera segura. Pero la primera pregunta que hacen estos funcionarios es "¿quién pagará por eso?"
Creo que nosotros, en tecnología, estamos demasiado atrapados en el panorama general de los vehículos autónomos y no consideramos la complejidad de regular una tecnología emergente que podría cambiar nuestras vidas para mejor si se implementa de manera adecuada, pero sería muy peligroso si se hace al azar.
Google, Uber, los fabricantes de automóviles y otros deben crear un tutorial serio para los reguladores federales, estatales y municipales sobre la promesa y los límites de la tecnología de automóviles autónomos. Sé que ahora están presionando a los funcionarios del gobierno y proporcionando algo de educación, pero por lo que puedo decir, cada compañía solo lo hace con su propia agenda en mente.
Sería de su mayor interés unir sus esfuerzos (aunque esto podría ser difícil dada la demanda de Uber-Waymo). Si las personas detrás de esta tecnología no se unen para ayudar a los funcionarios del gobierno a navegar por estas aguas completamente nuevas, la falta de regulaciones consistentes y concisas evitará que los autos autónomos alcancen su máximo potencial en el corto plazo. Son buenas noticias para los conductores de camiones, pero malas noticias para la innovación.